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Palabras Cruzadas

Un trozo de papel

El tema que me propones, Senda, podría dar para muchísimo, tanto como gente diferente he conocido por aquí. He conseguido alguna que otra amiga a través de la net, pero si me explayara mucho al respecto tendría grandes posibilidades de escribir algo demasiado prolijo y tampoco tengo mucho tiempo para ello.

Así que he preferido escribir este post con la historia concreta de una amiga. Es un caso especial, más que una amiga especial, dentro del mundillo de internet y creo que lo que te voy a contar bien vale un post.

En un canal de IRC, hará casi cuatro años, coincidí con un grupo de 7 u 8 personas que entrábamos habitualmente y charlábamos de cosas varias. No sé por qué aquello acabó como el rosario de la aurora, empezó a haber diferentes piques y aquello explotó hasta que todo el mundo acabó disolviéndose. De aquellas charlas colectivas en aquel canal hubo una mujer, la llamaré R. que me llamó la atención. Era una mujer con una tremenda ironía, la noté muy inteligente y con gran capacidad de diálogo, no había forma de dejarla callada. Aquello me gustó e intenté conocerla un poco mejor, pero casi todos mis intentos caían en saco roto. Solía decirme que no le gustaba hablar en privado, que prefería hablar en el general. Pero yo era muy insistente y ya un día empezamos a hablar. En seguida me di cuenta, lo que te decía que R. era muy especial. Algo me dijo desde el principio,y que habitualmente ha cumplido, y es que no le gustaba dar datos personales. A mí era algo que me rebelaba por dentro, no tanto por el morbo de saber cosas de ella, sino porque me gusta conocer un poco y situar a la persona con la que hablo. Pero a pesar de mi insistencia y algún que otro enfado gordo, por mi parte, nunca claudicó. Te daré un detalle, aún hoy tras casi cuatro años de conocernos no sé su nombre, no sé su estado civil (aunque me lo suponga), no he visto su foto, no sé en que trabaja y no sé su teléfono, esto último influirá decisivamente en lo que viene después.

Me dirás que podía haberla mandado a freir monas, efectivamente, pero si algo tiene R. es su sinceridad. Nunca me ha engañado, cuando yo insistí en hablar con ella accedió pero me advirtió que no me daría datos. Luego,con el tiempo, se estableció una cierta amistad y hablábamos de muchas cosas, dándome algunos datos mínimos pero ya está.

En una ocasión, hace un par de años, ella que vive a varios cientos de km de aquí, me dijo que venía de visita un puente a mi tierra y que nos podríamos conocer. Como puedes imaginar yo estaba encantado con la idea. Pues bien, yo esperando, esperando,esperando...y ella no apareció. A los pocos días la veo por internet y me explica lo que pasó. Hubo una tarde que tenía libre y me llamó por la mañana al trabajo. Un compañero mío lo cogió y le dijo que estaba en una reunión. Ella entendió que la reunión se alargaría y ya no me llamó más...además yo no tenía su teléfono para poder localizarla. ¡Para colmo estuvo comiendo en un bar a cinco minutos de mi casa! Me dijo que en aquella tarde aburrida, paseando por la playa, se le había ocurrido escribirme una nota en un trozo de papel y que lo había dejado en la escalera de bajada a la playa, en una playa cercana. Cogí el coche y me dirigí en ese mismo momento a la playa, fui a la escalera de madera, y en un pequeño hueco estaba su nota. Eran sólo unas breves líneas, pero para mí era la constancia de que efectivamente existía. Ese trozo de papel lo llevo en la cartera, esperando a devolvérselo, por fin, el día en que nos conozcamos.

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