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Palabras Cruzadas

Escribir sin miedos

Al final de tu post dices que no haces ninguna pregunta, pero al principio has dicho que no entiendes eso que hablo de diferencia de ternura entre un mail y una carta. Te intentaré aclarar mi opinión al respecto. Pero antes me gustaría decirte que percibo en tu forma de escribir como dos maneras de expresarse distintas. Una, espontánea, cuando tratas un tema más generalizado; y otra más encorsetada cuando hablas de escribir a alguien. Es, como dices en tu post, como si midieras tus palabras para no ocasionar "daño" a la otra persona e intentar ser políticamente correcta. Yo pienso, que debes liberar eso, sentirte libre y espontánea al escribir, sabiendo que la persona que te lee está en una cierta sintonía que le hará leer lo que le pongas, siempre buscando el lado positivo de lo que digas. No te lo digo como experto en eso, todo lo contrario, también reconozco que me cuesta soltar y expresar lo que me gustaría decir, pero veo que es algo que debería intentar conseguir: dejar que la mano fluya, sin que la cabeza la atenace.

Ahora te cuento esa diferencia de "ternura" entre el correo electrónico y la carta. Que conste, te lo digo de entrada, que no me refiero a las palabras, éstas pueden ser y expresar lo mismo en un medio como en otro. Me refiero más bien a todo lo que rodea a cada forma de comunicación. También puede que sea fruto de mi propia experiencia. Yo he vivido en muchos sitios diferentes y he ido dejando amig@s por distintos lugares de la geografía. Y el único medio, asequible entonces a mi economía, de mantener las amistades eran las cartas. Yo he escrito montones de cartas y todavía, a pesar de internet, sigo escribiendo algunas. Como te digo en las dos puedes expresar lo mismo, el mail es sencillo de enviar, sólo darle a una tecla. En cambio, la carta para mí es todo un rito. Primero coger el papel, preferiblemente un A4 blanco. Luego coger un bolígrafo o rotulador negro(desde hace 30 años nunca escribo en azul). Me retiro a un sitio solitario y tranquilo, esto con el pc es más complicado. Y me dispongo a "compartir" una o dos horas con esa persona. Es como si esa persona estuviera al otro lado de mi mesa y lo que me gustaría decirle lo voy trazando sobre el papel. Luego me despido, la firmo, pego y relleno el sobre. A veces, acompaño en el sobre un dibujito que hago en unas tarjetas que tengo de 10X15. Le pongo el sello y salgo a la calle hasta la oficina de correos y entonces siento como si parte de mi, se deslizaran muy despacio a lo largo del buzón y esa parte de mí llegará hasta la otra persona.

Es igual que cuando recibo una carta, allí están, aunque no se vean, las huellas dactilares de la persona; a veces, incluso al abrir el sobre puedes percibir el olor conocido y que te trae recuerdos de esa persona. Y luego al leerla sus expresiones y sentimientos. Un correo te obliga a leerse en el pc. Yo para leer una carta, a pesar de mi impaciencia por abrirla, suelo esperar el momento sosegado. A lo mejor junto a la orilla mientras me acompasan las olas con su sonido o quizás bajo la sombra agradecida de un árbol sentado en un parque solitario. Sí tal vez sea un poco utópico en todo esto, pero así es como lo vivo. También te digo que no todas esas cartas tienen respuesta, algunas se las escribo a gentes incapaces de coger un bolígrafo, pero aunque no sea lo que me gustaría, al menos me siento feliz de haberle comunicado a esa persona lo que yo pensaba en este momento...como ahora lo he hecho contigo en este post. Aunque sospecho que, de éste, sí tendré respuesta.

Albert

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